Inteligencia Espiritual: Los 14 preceptos de Thich Nhat Hanh


Thich Nhat Hanh, maestro zen nacido en la región de Vietnam Central el 11 de octubre de 1926, monje budista desde hace más de cuatro décadas y activista por la paz, fue nominado para el Premio Nobel en 1967.

Thich Nhat Hanh ha combinado su conocimiento profundo de una variedad de métodos tradicionales de enseñanza con los métodos e ideas de la psicología occidental para formar su acercamiento a la práctica del zen moderno, y por ello se ha convertido en una influencia muy importante en el desarrollo del budismo para los occidentales. Su pensamiento fecundo está en más de 100 libros publicados.


Budismo comprometido
La guerra de Vietnam enfrentó a los monasterios a la difícil cuestión de decidir si llevar una vida contemplativa y dedicarse solo a la meditación en los monasterios o ayudar a sus conciudadanos que sufrían bajo los ataques de las bombas y la devastación de la guerra. Thich Nhat Hanh fue uno de los que decidió hacer ambas cosas, ayudando a fundar el movimiento del “budismo comprometido”. Esta visión cristalizó en el libro "Interser: Catorce Directrices para un Budismo Comprometido", edición revisada en octubre de 1993. Aquí sus 14 preceptos:

1. No idolatres ni te apegues a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluidas las budistas. Los sistemas de pensamiento budistas son medios de guía; no son la verdad absoluta. 

2. No creas que el conocimiento que tienes actualmente es inmutable, la verdad absoluta. Evita ser de mente estrecha y apegarte a los actuales puntos de vista. Aprende y practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no meramente en el conocimiento conceptual. Procura estar listo para aprender a lo largo de toda tu vida y observar en todo momento la realidad en ti mismo y en el mundo. 

3. Por ningún medio  obligues a los demás, incluidos a los niños, a adoptar tu punto de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, mediante el diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y a la estrechez de miras.

4. No huyas del sufrimiento ni cierres los ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra  la manera  de estar con los que sufren, incluyendo el contacto personal, las visitas, las imágenes y los sonidos. Por tales medios, despiértate a ti mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.

5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No tomes como objetivo de tu vida la fama, la ganancia, la riqueza o el placer sensual. Vive de forma sencilla y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con los que están necesitados.

6. No mantengas la ira o el odio. Aprende a penetrarlos y a  transformarlos cuando aún son semillas en tu conciencia. Tan pronto como surjan,  dirige  tu atención a la respiración con el fin de ver y entender la naturaleza de tu odio.

7. No te pierdas en la dispersión y en el entorno. Practica la respiración consciente para volver a lo que está sucediendo en el momento presente. Procura estar en contacto con lo maravilloso, refrescante, y sanador,  tanto dentro como alrededor tuyo. Planta semillas de alegría, de paz y de comprensión en  ti mismo con el fin de facilitar el trabajo de transformación en las profundidades de tu conciencia.

8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar la ruptura de la comunidad. Haz todo lo posible por reconciliar y resolver todos los conflictos, por pequeños que sean.

9. No digas falsedades por tu interés personal o para impresionar a la gente. No pronuncies palabras que causen división y odio. No extiendas noticias que no sabes si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre con sinceridad y de  forma constructiva. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aún cuando al hacerlo puedas poner en peligro tu propia seguridad.

10. No utilices a la comunidad budista para tu ganancia o beneficio personal, ni conviertas a tu comunidad en un partido político. Sin embargo, una comunidad religiosa debe adoptar una posición clara contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la situación sin entrar en conflictos partidistas.

11. No vivas una vocación que sea perjudicial para los seres  humanos y la naturaleza. No inviertas en empresas que privan a los demás de su oportunidad de vivir. Elije una vocación que te ayude a realizar tu ideal de compasión.

12. No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger  la vida y prevenir la guerra.

13. No poseas nada que pertenezca a otros. Respeta la propiedad ajena, pero que nadie saque provecho del sufrimiento humano o del sufrimiento de otras especies de la Tierra.

14. No maltrates tu cuerpo. Aprende a tratarlo con respeto. No pienses en tu cuerpo sólo como un instrumento. Preserva las energías vitales (sexual, respiración y espiritual) para la realización del Camino. Para los hermanos y hermanas que no sean monjes y monjas:  la expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los otros, respeta los derechos y compromisos de los demás. Ten plena conciencia de la responsabilidad de traer nuevas vidas al  mundo. Medita en el mundo en el que estás trayendo a nuevos seres.

Conclusiones
Tal como señala el maestro Thich Nhat Hanh: "No idolatres ni te apegues a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluidas  las budistas", considera estos preceptos como guías en el desarrollo de la inteligencia espiritual. Saca lo mejor de ellos y no los consideres verdades absolutas. Revisa los otros artículos sobre inteligencia espiritual en este blog.

Psicólogo Renzo Angel Benvenuto
rbenvenuto@doctor.com

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