Adicción al amor: cruzando los límites saludables


Una relación es adictiva cuando produce daño, perjudica la salud física y emocional y, sin embargo, es difícil liberarse de ella. Tal como el adicto a una sustancia, necesita y tolera cada vez más cantidad de sustancia tóxica para poder funcionar, las personas "adictas al amor" soportan increíbles cantidades de sufrimiento en las relaciones que establecen.

Personalidad adictiva
Las personas involucradas en relaciones adictivas tienen algunas características. Podemos considerarlas como personalidades adictivas.

Las peculiaridades son:
1. Realizan todo tipo de sacrificios personales, postergándose a sí mismos y a sus propios intereses vitales con tal de "ayudar" al individuo del cual depende.

2. Cuanto más problemática, difícil e imposible sea el lazo con una persona, mayor es la atracción que sienten hacia ella.

3. Destacan lo bueno y ocultan lo malo de la relación, frente a sí mismos y frente al mundo.

4. Si el vínculo no funciona se echan la culpa a sí mismos por el fracaso; piensan que son ellos lo que fallan y que tienen que esforzarse más.

5. Tienen pánico al abandono y por ese motivo están dispuestos a hacer cualquier cosa para evitar que la relación se disuelva.

Familia disfuncional
Según los estudios, las personas adictas al amor pertenecen a familias disfuncionales. Familias que no satisfacen sus necesidades afectivas básicas. Es decir, familias donde hay muchos secretos, roles rígidos, no hay libertad para expresar deseos o sentimientos, entre otros rasgos.

Las personas adictas han aprendido desde su infancia, a negar sus propios sentimientos: a "lucir" bien aunque estén sufriendo, a "ayudar" a otros aunque estén vacías y carenciadas, a "seducir" aunque por dentro estén llenas de miedo (algunas personas son sumamente exitosas en su vida profesional y sin embargo son adictas emocionalmente).

Búsqueda de pareja
Estas personas se sienten atraídas hacia individuos inadecuados para formar una pareja "sana"; por ejemplo elegirán (porque se trata de una elección) a seres incapaces de comprometerse afectivamente. Es decir, sujetos que por un motivo u otro son emocionalmente inaccesibles. Estas personas interpretarán todos estos rasgos como señales de que ese sujeto está necesitado e intentará ayudarlo, salvarlo, curarlo o cambiarlo con el poder de su amor.

El círculo adictivo
Por otra parte, si la relación termina, las personas "adictas al amor" padecerán el "síndrome de abstinencia" (igual que a cualquier adicto a quien se le suspende el uso de una droga) un estado físico y mental del profundo dolor; sensación de vacío, insomnio, llanto, angustia, autorreproches, miedo, etc. La raíz de esta obsesión no es el amor sino el miedo. Miedo a estar solo, al abandono, a no ser digno, a ser ignorado.

En todo este proceso se da un deterioro del autoestima, la dependencia es cada vez mayor y más perjudicial.

Salir del laberinto
Es importante comprender que lo descrito con anterioridad es una enfermedad progresiva y que responde bien cuando se la trata con un profesional adecuado.

El trabajo legítimo radica en uno mismo. No necesariamente deberán separarse de su pareja, pero necesitan redirigir las energías hacia su recuperación.

La recuperación no será de inmediato, es un proceso que se va conquistando día a día. Existen distintas alternativas de tratamiento: terapia individual, terapia de pareja, o terapia de grupo.


Psicólogo Renzo Angel Benvenuto
rbenvenuto@doctor.com

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